La ElectroSensibilidad (ES), forma parte de las nuevas enfermedades surgidas en el seno de las sociedades desarrolladas. Se trata de una enfermedad provocada por la exposición a campos electromagnéticas (CEM), y que disminuye o desaparece cuando uno se aleja de la fuente que lo genera: transformadores, líneas de alta tensión, antenas de telefonía móvil, teléfonos digitales inalámbricos (DECT),los radares, los enlaces WiFi o WiMax que ahora están tan de moda en las escuelas y centros de enseñanza y que invaden los hogares, los aparatos domésticos, el televisor, el ordenador, el microondas, geopatías, etc.

El también denominado Síndrome de las Microondas afecta sobre todo a personas con el sistema inmunitario debilitado o en fase de desarrollo (ancianos, enfermos, niños,…) aunque cualquier persona con buen estado de salud puede llegar a padecerla, si su exposición a los CEM se hace intensa y prolongada. Cursa con síntomas de insomnio, cansancio, dolor de cabeza,… en diferentes grados de intensidad y duración. No es mortal, aunque puede derivar en enfermedades como el cáncer, así como provocar trastornos neurológicos.

Los síntomas más frecuentes: dificultad para dormir, irritabilidad, cansancio, dolor de cabeza,

dolores de estómago, alteraciones en la piel (incluido picor), menor resistencia a las infecciones, dificultad para concentrarse y, a veces, alteración del corazón o circulatorios. También pueden darse dolores en las articulaciones, tristeza sin motivo aparente, alteraciones visuales y/o auditivas, pérdida de memoria, apatía, disminución de la lívido, manos y pies fríos, nauseas, caída del cabello o malestar en el tórax.

Gracias al trabajo meticuloso de investigación del doctor Ernst Hartmann, en colaboración con un amplio equipo de físicos y médicos, conocemos la existencia de una red energética que cubre la superficie de la tierra. Y también mostraron hasta qué punto la salud física y psíquica del hombre y todos los seres vivos depende del lugar preciso donde vive, duerme o trabaja. Nuestro planeta se comporta como un gigantesco imán. El campo magnético de la tierra es relativamente débil. Durante años el doctor Hartmann y su equipo midieron la resistencia eléctrica del cuerpo humano y las variaciones que ésta experimentaba al desplazarse la persona dentro del espacio estudiado.

Las líneas Hartmann son como paredes de energía emanando del subsuelo o de la superficie terrestre, ya que se detectan a más de 2000m de altitud.

Líneas Hartmann: malla magnética de Norte a Sur: 2,5 m y de Este a Oeste: 2 m; de unos 21cm de ancho. Pueden pasar de 21cm a 80 cm en un eclipse de sol y hasta 120 cm en la inminencia de un movimiento sísmico,

El físico Lucien Romani apunta a la existencia de una malla todavía más densa que la detectada por el doctor Ernst Hartmann con separaciones de 1,1 m a 1,5 m. Una división interna de las de Hartmann, las líneas intermedias son menos intensas, y por lo mismo menos agresivas.

La permanencia sobre las cruces H es causa de trastornos de todo tipo. Sobre todo sí se superponen a otras perturbaciones geológicas (las temibles zonas cáncer).

Las líneas por sí solas no suelen incidir negativamente sobre el ser humano, excepto cuando se superponen a venas de agua subterránea, fallas geológicas, contaminación electromagnética,…

Red Curry (la descubrió Manfred Curry): se proyecta en sentido oblicuo a los puntos cardinales y es también reconocida como red diagonal o red solar. El habla de Noreste a Suroeste Y de Noroeste a Sureste entre 4 y 8 m.

Sin embargo hoy en día las distancias aproximadas son de 3,45m en dirección Noreste-Suroeste y de 3,40m en dirección Noroeste-Sureste.

Ataca principalmente a las neuronas. Hay que evitar que pase por la cabeza en el lugar de la cama y combinada con una vena de agua subterránea son muy nocivas.

Existen otras redes de origen magnética. Emiten una menor radiación.

 

Fuentes de Radiación telúrica:

  • Venas de agua subterránea. De Norte a Sur son bien toleradas. De Este a Oeste todo lo contrario.
  • Fallas geológicas.
  • Anomalías geomagnéticas (depósitos naturales de minerales magnéticas, vetas metalíferas,…).
  • Permeabilidad del terreno. Los terrenos poco permeables como los arcillosos o cuarcíferos crean verdaderas tensiones energéticas.

Los estudios realizados por los institutos europeos de investigación geobiológica demuestran que: Un 30% de personas son hipersensibles a ello. Un 40% medianamente sensible a ello. Un 30% no les afecta.

 

Los metales pesados (mercurio, plomo, cadmio,…) que se acumulan a lo largo de los años en nuestros cuerpo y que pueden proceder de alimentos contaminados, de amalgamas que tengamos en la boca, o de tuberías antiguas que transporten el agua que bebemos a diario; a menudo pueden agravar la sensibilidad a las radiaciones si no se eliminan a tiempo (basta recordar que los metales son muy buenos conductores de la electricidad). Para limpiar nuestro organismo de estos productos tóxicos va muy bien el alga Chlorrella, así como el ajo y el cilantro.

Otras recomendaciones para personas ElectroSensibles:

Cambien la ropa sintética (favorece la electricidad estática) por tejidos de origen natural, eviten llevar monturas en las gafas de metal (ellas acentúan los síntomas porque hacen de “antena”: atraen los CEM hacia la cabeza), llevar zapatos con suelas de cuero puede provocarnos un mayor bienestar de inmediato.

Recomendado realizar una Prospección Geobiológica.

Pide un Estudio Geobiológico de su Casa para determinar si usted puede estar sufriendo el efecto de alteraciones del entorno donde vive, es decir radiaciones telúricas, radiaciones electromagnéticas o efectos de tóxicos ambientales.